FOTOGRAFÍA DE CONFIANZA: PROYECCION Y COLOQUIO CON RAFAEL CABRERA BONET

Bilbao, 20 de noviembre de 2015

PROYECCION Y COLOQUIO CON RAFAEL CABRERA BONET EN EL CLUB COCHERITO DE BILBAO

HISTORIAS BILBAINAS DE JOSELITO EL GALLO

La relación de José Gómez Ortega “Joselito el Gallo” con la plaza bilbaína de Vista Alegre, documentada en los libros de cuentas de este coso entre los años 1882 y 1940, fue la excusa para que el doctor Rafael Cabrera Bonet, Presidente del Aula Taurina CEU de la Universidad San Pablo, de Madrid, disertara sobre el gran torero sevillano en el Club Cocherito de Bilbao. Así descubrió, por ejemplo, que fue en la capital vizcaína donde “Joselito” tuvo su bautismo de sangre siendo aún novillero, el 1 de Septiembre de 1912, y que fue también aquí donde llegó a quebrar hasta cuatro veces al mismo toro, por el mismo pitón, en la suerte de banderillas.

Previo a la charla del doctor Cabrera se proyectó una película-documental sobre la trayectoria de “Joselito” con imágenes de sus tardes de gloria y del multitudinario adiós que los aficionados le dieron en su funeral, tras su trágica muerte en Talavera. Las imágenes no dejaron a provocar controversias entre los asistentes al comprobar cómo, en aquellos tiempos, los toreros apenas se quedaban quietos ante los astados y limitaban sus faenas en preparar al toro para la suerte suprema.

Sobre las actuaciones del diestro en Bilbao, el conferenciante explicó que “Joselito” siempre actuó en las celebraciones del mes de Mayo, por la Liberación del asedio carlista, y en la Semana Grande de Agosto, donde llegó a torear hasta las cinco tardes programadas. Sólo en 1915 dejó de venir a Vista Alegre y fue porque quería torear la corrida de Miura junto a Juan Belmonte que, en su contrato, no recogía esa posibilidad. “José nunca rehusó torear lo que se consideraba más duro – mató 43 corridas de Miura - y siempre quiso enfrentarse en la plaza con los mejores toreros de su época”, señaló Cabrera Bonet.

En su panegírico, el doctor Cabrera apuntó que el torero sevillano batió todos los records de su tiempo pues, entre otras cosas, sobrepasó en tres ocasiones las cien corridas toreadas por temporada “cuando los desplazamientos no eran nada fáciles” y corto el 30 por ciento de las orejas posibles. “Entre sus hitos, figura también el haber cortado el primer rabo en Madrid y la primera oreja en la actual Maestranza sevillana”, remarcó.

“Su muerte en Talavera fue una tragedia que nadie esperaba. Cualquiera hubiera apostado porque el primero en morir en la plaza iba a ser Belmonte, que era el que tenía más percances por su estilo de torear y así lo había vaticinado el “Guerra”. Las heridas que le infligió el toro “Bailador” fueron muy graves. En aquella época, sin antibióticos, mortales de necesidad. De todas formas, si no hubiera muerto por las cornadas, lo hubiera hecho por las inyecciones de alcanfor que le suministraron a modo de anestesia”, explicó el conferenciante.

Finalmente y durante el tiempo de coloquio se volvió a hablar de la relación de “Joselito” con Bilbao que, al parecer, no fue nada fácil en los primeros momentos. “Bilbao era cocherista y la afición no tragaba que un niñato de 17 años pretendiera desbancar a su ídolo. Con el tiempo las cosas cambiaron y las intervenciones de José en Vista Alegre se contabilizaron por triunfos”, contó Cabrera que relató una anécdota relacionada con la vida amorosa del diestro. “Fue en Bilbao donde “Joselito” brindó un toro a Guadalupe Pablo Romero, hija del afamado ganadero, de la que estaba enamorado. Un amor imposible porque les separaba la diferencia social, insalvable en aquellos tiempos”.