Bilbao, 18 de agosto de 2015
Muniain marca el ritmo desde el balcón del ayuntamiento
EL RECIBIMENTO EN EL AYUNTAMIENTO DE BILBAO TUVO AL NAVARRO COMO PRINCIPAL PROTAGONISTA EN LOS CÁNTICOS
Texto: JOKIN VICTORIA DE LECEA // DEIA
FOTOS: MANU DE ALBA
EL recibimiento en el Ayuntamiento fue uno de los momentos más esperados en la
celebración rojiblanca. La comunión de los jugadores con los aficionados. Todos
a una. Ni el calor evitó que decenas de miles de personas se congregarán en las
inmediaciones del Consistorio bilbaino para recibir a sus héroes en un día
histórico y que será recordado por todos ellos. En un festejo lleno de gritos
de apoyo y felicidad rebosante, se necesitaba un maestro de ceremonias para
poder conducir la sinfonía de la alegría rojiblanca. Alguien con desparpajo,
que fuera capaz de hacer cantar hasta a los más tímidos e hiciera que la gente
le siguiera, ese hombre era Iker Muniain. El txantrearra marcó el ritmo de la
fiesta, presentó a varios de sus compañeros y les hizo hablar delante del
público, aunque con algunos como Aymeric Laporte o Beñat necesitó la ayuda de
los aficionados, pero al final Munian logró lo que se propuso una y otra vez,
llegando incluso a silenciar a los seguidores rojiblancos antes de hacer cantar
a todo el mundo la canción de Mi gran noche de Raphael.
La fiesta comenzó antes de la salida de
los jugadores al balcón del Ayuntamiento. El recibimiento estuvo programado
para las 16.30 horas, pero poco más tarde del mediodía, la gente empezó a
llegar poco a poco. Ansiosos por seguir viviendo la fiesta de la Supercopa. Una
marea que fue creciendo sin parar hasta teñir de rojiblanco todos los
alrededores. Uno de los momentos álgidos fue cuando el autobús del Athletic
apareció entre una multitud que no paró de realizar cánticos durante toda la
tarde. Pero el público tuvo que esperar un poco antes de poder ver a sus ídolos
en el balcón debido a los actos institucionales y a la foto oficial. Una vez
delante de los seguidores, los jugadores quisieron agradecer a los suyos los
ánimos recibidos y Aritz Aduriz se despidió de ellos con una frase
premonitoria: “La próxima vez vendremos en gabarra”.
© de los Textos, Jokin Victoria de Lecea
© de las fotos, Manu de Alba
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